Me siento frágil. Si, es así, no soy un malote (ahora mas de uno gritará: nenaza!!)
Te levantas. Solo con poner los pies en el suelo sientes la carga que pesa sobre tus hombros. Esa que llevas días arrastrando. Y eso que hace pocos segundos que respiras de forma consciente.
Nada sale como tienes planeado. Tu mente piensa en futuros, probables, quizás... solo queda eso. Al final nada sale como esperabas. Y, mas de una vez, es mejor así.
Nos hemos vuelto muy señoritos. Estamos situados en nuestra burbuja de confort y de ahí no queremos salir (Ay! que hace fresquito!! - Pues coño tapate!!)
Siempre, en el ultimo suspiro, suceden cosas que te hacen sentir, que te hacen creer, en la causalidad (no esta mal escrito, causa-efecto).
Al final (a veces muy tarde) cada uno recibe lo que se merece.
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